Cuarto día en Villa La Angostura. Hoy siendo nuestro último día, como comenté ayer, decidimos ir a Villa Traful. Partimos al mediodía y después de 1 hora de viaje en auto por camino de ripio llegamos. El lugar, metido entre el bosque con vista al lago era muy tranquilo, muy chiquito. Almorzamos por ahí y nos acercamos al lago para meternos.
El agua es algo fría, pero bastante agradable en comparación con otros lagos.
Después de un par de intentos fallidos por encontrar un lugar donde quedarnos, decidimos ver que excursiones habían para hacer. Nos encontramos con una que nos llevaban en una lancha por el lago a recorrer diferentes lugares. El único que me llamó la atención era el bosque sumergido. Según me contaron, hace aproximadamente unos 100 años, una parte de la montaña se vino abajo, arrastrando una parte del bosque de cipreses al lago. Unos 20 ejemplares quedaron bajo el agua “plantados”. Con el tiempo perdieron las hojas y debido a que el agua es de deshielo glaciar, no posee microorganismos que produzcan algún tipo de descomposición en la madera.
Finalmente como el precio nos pareció excesivo para una excursión de ese tipo, decidimos no hacerla y partimos para el muelle donde nos encontramos con agua color turquesa y muy transparente. Prácticamente se veía todo el fondo a 7 u 8 metros de profundidad.
Mari se metió al agua luego de un ataque repentino de valentía, aunque no duró mucho.
Después de un par de zambullidas volvimos a Villa La Angostura.
Por la tarde paseamos por el centro y terminé comprando un bolsito para la cámara marca Lowepro. La mochila resultó cómoda pero no muy práctica. Luego dedicaré un post para hacer un mini review.
A la noche fuimos a cenar a “A Estribor”, aunque como llegamos sobre la hora y la cocina estaba cerrando, no comimos del todo bien.
Luego volvimos al hotel para dar por terminado nuestro recorrido por Villa La Angostura.