Hoy arrancamos más o menos temprano para ir al Lago Espejo Chico que queda a unos 30 minutos en auto desde Bahía Manzano.
La idea era llegar temprano para tener un buen lugar ya que cerca del mediodía el lugar se llena y no hay mucho refugio del sol. Y sin sombra la pasas mal.
Llegamos como a las 11 y había muy poca gente. Fuimos para el lado donde pagás para estar en la zona de camping y nos ubicamos.
Había algo de viento y las nubes empezaron a asomar por lo que meterse al lago no era una opción atractiva. Pero el lugar es increíble. Sobre todo al costado del lago, donde se forma el río Ruca Malén que desemboca en el lago Correntoso.
Almorzamos ahí mismo y ya para las 3 de la tarde el cielo se había puesto bastante gris por lo que decidimos volver al hotel a descansar al menos un rato ya que veníamos de varios días intensos.
Disfrutamos de la pileta climatizada y del playroom con Arcade del complejo Awka.
Fuimos a cenar temprano ya que estábamos hacía un rato en el hotel. Increíblemente todos los lugares por donde pasamos estaban explotados de gente.
Terminamos cenando en La Tasca donde el año anterior no habíamos tenido una buena experiencia. Se ve que no aprendieron mucho de un año al otro porque dos platos salieron muy malos y los otros eran regulares.
Igual bien el chef que se acercó a la mesa a pedir disculpas y a cerciorarse que los platos nuevos estén mejor. No lo estaban.