Se que este tema puede ser controversial y para nada pretende generalizar sino todo lo contrario. Puntualizar en aquellos casos que me han tocado vivir de cerca.
Llamo cliente tóxico a esos clientes que te ningunean, que prácticamente desprecian lo que uno hace. O que simplemente te toman como un empleado más (no lo soy) como si eso les diera el derecho de tratarte como se les antoje (no lo tienen).
Sería raro que un cliente se convierta en estos personajes tóxicos apenas te contratan. Digo raro, porque uno cuando arma la propuesta y tiene las llamadas de presentación, puede ir viendo un poco cómo viene la mano.
Por lo general hay un primer periodo de enamoramiento que suele durar unos meses y donde no hay grandes inconvenientes.
Entonces, ¿dónde aparece la toxicidad?
Pude identificar un gran momento a lo largo de los años donde aparecen estos perfiles tóxicos. Y si bien no quiero generalizar, y se que lo estoy haciendo, es cuando hay cambios en los equipos internos del lado del cliente.
Ese contacto con el que venías trabajando de maravillas durante 1, 2 años, o más, se va de la empresa y entra en su lugar alguien nuevo.
Esa persona nueva necesita ganarse su lugar rápido y cuestiona todo. Necesita entender (con razón) todo lo que está a partir de ahora bajo su órbita. Y la actitud es más de cuestionar que de construir.
Esta persona tuvo alguna experiencia previa en la empresa donde estaba antes y quiere hacer todo como lo hacía allí. Por más que no se pueda extrapolar lo que hacía antes a lo que hace ahora porque son mundos totalmente diferentes.
En las llamadas te pide cosas sin sentido. Se nota que no maneja el tema, pero con tono de superado/a te lo pide de todos modos. Y no sólo te lo pide de mala manera, sino que te enrosca en cuestiones que si no estás un poco despierto, terminás trabajando en cosas que no tienen sentido y que no estaban dentro de tu scope.
¡Y peor! Cuando le mandás las cosas que te piden, no las ven. Y en las próximas llamadas hacen caso omiso a lo que les mandaste. Si lo reclamás te responden “Ah si, lo veo y vuelvo con vos”. Nunca lo ven. Y más adelante en el tiempo te cuestionan que las cosas no avanzan. ¿Cómo querés que avance si no mirás nada de lo que te paso?
Estos perfiles abundan en varios lados. Son tóxicos. Te enroscan. Y uno con tal de no perder el cliente, agacha la cabeza y dice que si a todo. Grave error.
Lo que estas personas no entienden es que detrás hay un equipo de trabajo, que se sienta, piensa, arma estrategias, le dedica tiempo a hacer el trabajo de la mejor manera que se considera beneficioso para el cliente. Porque para eso están las agencias.
Ok, tal vez no todas. También hay agencias tóxicas, inescrupulosas que bastardean a sus empleados y a sus clientes.
Pero cuando uno trabaja en pos de una mejora para el otro, y el otro te ningunea o te trata como si fueras un inepto, lo mejor que podés hacer es sacarte a ese cliente de encima.
Es preferible darlo de baja, perder algo de dinero, ganar en salud y ganar tiempo para buscar un cliente mejor.